Anís verde para controlar tus gases
Utilizadas desde antiguo, las semillas del anís verde favorecen la digestión y ayudan a prevenir flatulencias y gases intestinales. Así que, si tiendes a tener digestiones pesadas o a sentirte hinchada tras las comidas, apúntate una infusión de anís de postre.
El anís verde (Pimpinella anisum) es una de esas plantas que todas nuestras madres y abuelas tienen en casa y utilizaban para una infinidad de cosas diferentes. Y es que el anís verde es una típica planta medicinal que hace siglos se utiliza, desde como medicina popular para aliviar, desde molestias digestivas y flatulencias, hasta para elaborar dulces, bebidas y postres.
El anís verde te ayuda a prevenir la formación de gases intestinales gracias a sus propiedades carminativas, a su efecto controlador sobre las fermentaciones bacterianas y a su acción relajante de musculatura intestinal.
Digestiones ligeras y sin gases
La reputación como planta digestiva que acompaña al anís verde se debe a las propiedades de su aceite esencial rico en trans-anetol, que favorece la secreción de los jugos gástricos, ayudando a mejorar la digestión de las proteínas y favoreciendo que las digestiones sean más ligeras. Además, el trans-anetol es antiespasmódico, algo muy útil si quieres prevenir calambres, dolores y molestias producidos por cólicos, indigestiones, flatulencias y otros problemas digestivos como diarrea leve o colitis.
Por otro lado, el anís ayuda a reducir la fermentación de las bacterias intestinales y de ese modo se producen menos gases.
De igual modo que el aceite esencial del anís verde relaja la musculatura (espasmolítico) para evitar los espasmos digestivos, también relaja la musculatura de los esfínteres. Esta acción tiene como consecuencia que el gas que se va acumulando a nivel intestinal vaya saliendo a través de los esfínteres de una forma fácil y natural, casi sin darnos cuenta. Y así evitamos que se acumule y produzca hinchazón y distensión abdominal.
Estos gases pueden acumularse por varios motivos, pero sobre todo se deben a que lo tragamos sin darnos cuenta cuando comemos y a cierta producción por parte de nuestra microbiota intestinal.
Otras propiedades del anís verde
Mejorar el aliento y tratar la halitosis, gracias al buen olor del aceite esencial que, una vez ingerido, podemos exhalado por la boca, camuflando, por un lado, el olor oral y ayudando a controlar el crecimiento de las bacterias que podrían estar causando ese mal olor. Aunque es una buena ayuda, no debemos olvidar igualmente el mantener una buena higiene oral, cepillándonos los dientes con regularidad.
Disimular el mal sabor e incluso el olor de otras infusiones de plantas de mal sabor, y por supuesto mejora el gusto de muchas recetas culinarias.
Aliviar la tos seca o improductiva al favorecer la producción de una mucosidad más fluida y fácil de eliminar.
Prevenir infecciones respiratorias gracias a dos acciones combinadas: por un lado, el anís verde estimula la producción de un moco fácil de expulsar y que arrastra las bacterias que pudiera haber en los pulmones y, en segundo lugar, el aceite esencial tiene propiedades antimicrobianas y evita el crecimiento de bacterias como Staphylococus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Escherichia coli o Bacillus subtilis.
Mejorar la producción de leche materna y favorecer la menstruación gracias a sus propiedades estrogénicas.
Aumentar la libido y aliviar la andropausia masculina, también gracias a sus propiedades estrogénicas.
Sus principios activos
En el anís verde, son las semillas las que destacan por su contenido en principios activos. De hecho, las pequeñas semillas de esta planta tienen aceite esencial (anetol, isoanetol, estragol, cetonas, aldehídos y ácidos anísicos, fenchonas, terpenos y sesquiterpenos), azúcares, ácido cafeico y clorogénico, cumarinas y colina.
¿Qué aspecto tiene?
El anís verde es una planta anual y herbácea que llega a alcanzar los 60 cm de altura, gracias a su tallo erecto, frágil y ramificado, pero su característica más llamativa es su olor intenso y aromático. El olor proviene sobre todo de sus semillas, donde sus aceites esenciales están especialmente concentrados. Estas semillas se utilizan desde antaño para elaborar comidas y postres típicos de la cocina mediterránea.
Miles de años de historia
Hace 4.000 años, en Egipto, se cultivaba el anís verde como condimento. Siglos más tarde, los médicos griegos Hipócrates (siglo V-IV a.C.), Teofrasto (siglo IV a.C.) y Dioscórides (siglo I d.C.) ya utilizaban esta planta para aliviar molestias digestivas.
Muy probablemente, fueron los árabes los que introdujeron el anís verde en la península ibérica, tras importarlo de Oriente, mientras que el cultivo de esta planta en Europa Central se debe a los monjes benedictinos, en tiempos de Carlomagno.
Alguna precaución…
El anís es una planta de sabor dulce y agradable que se le puede dar a los más pequeños de la casa, incluso en casos de cólicos y flatulencias del lactante. A pesar de su inocuidad, no está indicado en embarazadas por su pequeño contenido en cis-anetol y estragol.
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