Aromas naturales caseros, aliados de tu buen humor

Tu hogar es tu refugio. Por eso queremos ofrecerte una idea muy original para hacerlo más acogedor. Aprovéchate de los aromas naturales para armonizar, dar calidez e incluso mejorar tu humor.

El olfato está muy vinculado a las emociones. Piensa por un momento en lo que sientes al recordar el aroma de los dulces de tu abuela, el olor de ese perfume que te ponías en momento especiales, o el dulce aroma de tu bebé. Oler y sentir están muy unidos. Por esa razón, te vamos a repasar contigo algunos aromas que convertirán tu hogar en un espacio aún más agradable. Y lo mejor, los vas a obtener de elementos naturales, muchos de los cuales seguro que tienes en casa.

Los aromas naturales nos envuelven y reconfortan, y en la naturaleza podemos encontrar una infinidad y además con muchas funciones diferentes. Pero nosotros nos centraremos en aquellos que te puedan resultar más fáciles de encontrar.

Limón, para subirte el ánimo

En la piel del limón se esconden aromas naturales estupendos para ayudarte a subir el ánimo. Y es que su frescura y fragancia estimula la concentración y nos ayuda a resistir el estrés.

Para aprovecharte de el tienes muchas opciones. Puedes añadirlo fresco y cortado en rodaja a tus infusiones, y aspirar su aroma a la vez que bebes una infusión hidratante. Pero si lo que quieres es liberar su olor al máximo, puedes:

Rallar la piel del limón, de modo que se libere todo su aroma natural, y dejarla cerca de donde estés. Su fragancia se esparcirá favoreciendo tu bienestar.

Romero, tu ayudante en los estudios

El romero está considerado el ginseng mediterráneo, ya que es una planta que nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento, retrasar la fatiga y fortalece la memoria y la concentración. Y en el caso de su aroma, es una de las ayudas clásicas de los estudiantes y de quienes tienen que trabajar con el intelecto.

Para aprovecharte de los beneficios del romero, lo ideal sería frotar las hojas frescas con las manos y dejar que desde ahí se liberase el olor. Pero como esa opción puede ser difícil, también puedes recurrir al aceite esencial de romero. En ese caso añade unas gotas sobre un papel de filtro o un pañuelo de papel, y déjalo cerca de donde estés. Poco a poco se irá liberando el aroma y ambientando la estancia.

A todos nos gusta estar de buen humor y ver la vida con un prisma más optimista. Además de los aromas naturales, hay otras estrategias como la risoterapia, los masajes y algunas plantas que te ayudarán a sentirte más animado.

Menta que te alegra el día

La menta es una planta muy popular que todos asociamos a las infusiones, al te con menta y a los caramelos, pero el aceite esencial de esta planta es una estupenda ayuda para tu mente. Ayuda a subir el ánimo, alivia la fatiga y la tensión mental.

Para aprovecharte de la menta, lo ideal sería que tuvieras una plantita y pudieras coger algunas hojas, pero como asumimos que no todos tenemos menta fresca, también podemos recurrir a las hojas de menta seca.

•         Si tienes menta fresca, solo tienes que coger unas hojas y frotártelas por las manos hasta que desprendan ese olor que te alegrará el día.
•         Si tienes menta seca troceada o una bolsita de infusión, también te sirve. Mezcla agua y alcohol a partes iguales, por ejemplo, media taza de cada, y añade un puñado de menta seca (2 o 3 cucharadas), que antes habrás pulverizado frotando entre las manos. Deja reposar, cuanto mas tiempo mejor, pero verás que en pocos minutos ya empieza a notarse el olor. Filtra con un paño limpio o con un filtro de cafetera y este líquido lo puedes usar para pulverizar allí donde estés.

Naranjas y mandarinas, que te relajan

El naranjo es el árbol de la relajación, tanto sus flores (azahar) como sus frutos desprenden un aroma natural que nos calma y serenidad. Pero no es el único cítrico relajante. Las mandarinas, son estupendas para aromatizar las estancias donde están los niños y ayudarles a relajarse. Además, naranjas y mandarinas son alimentos estupendos, cargados de vitamina C, un nutriente que cuida nuestro sistema inmune y nos da sensación de ánimo.

Para aprovecharte de la naranja, o de la mandarina, lo que necesitas es la piel, y puedes hacerlo de dos formas.

•         En fresco, tan solo tendrás que colocar la piel recién cortada cerca de donde estés, verás como el aroma natural que se libera te ayuda a relajarte.
•         En seco, para eso tienes lavar previamente la naranja, pelarla y dejar que la piel se seque por completo, ya sea dejándola al aire durante unos días, o desecándola en el horno a muy baja temperatura (por debajo de 40 grados) durante unas horas. Luego solo tienes que triturar con un molinillo o con la batidora eléctrica. El polvo resultante es muy oloroso, e incluso lo puedes usar para darle aroma a tus infusiones y postres.

En el caso que te animes a usar la piel de naranja seca y pulverizada para aromatizar comidas o infusiones, te recomendamos que las laves muy muy bien, y a poder ser uses naranjas ecológicas.

Lavanda, la reina de los sueños

La lavanda, o espliego, es una de las plantas mas utilizadas cuando buscamos un aroma natural que nos relaje y calme. De hecho, el aceite esencial de lavanda es el más relajante que hay. Por eso el aroma de lavanda es el ideal para tenerlo en el dormitorio.

Para aprovecharte de la lavanda, puedes recurrir a su aceite esencia y a sus flores, ya sean frescas o secas, que te recomendamos, coloques cerca de tu cama, pero sin excederte. Recuerda que los aromas muy cargados, también dificultan el sueño.

•         Si lo que tienes es el aceite esencial, coloca unas gotitas en un pañuelo de papel, que actuará como un difusor que permitirá que el aroma se vaya dispersando poco a poco.
•         Si tienes las flores secas, puedes ponerlas en un saquito de tela o en un cuenquito.
•         Si tienes las flores frescas, simplemente deja un ramito cerca de la cama.

Limpiar antes de poner

Un punto imprescindible para que estos aromas sean aún más confortables y beneficiosos, es que limpies las estancias de otros olores. Así que:

Ventila las habitaciones donde vayas a ambientar con aromas naturales.

Pasa un paño con agua y vinagre blanco o detergente neutro sobre las superficies.

Lava cortinas, toallas y otras ropas del hogar, ya que los tejidos suelen acumula mucho los olores. Para lavar toda esta ropa y que no quede rastro de olores, puedes añadir unas cucharadas de bicarbonato de sodio al agua del lavado. Y si te es posible, tiende la ropa al sol. Los rayos solares, son estupendos para quitar los olores de la ropa.

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