Cómo escribir un diario terapéutico

Muchos psicólogos ayudan a sus pacientes, invitándolos a que escriban un diario, y de ese modo poder estudiar sus patrones de comportamiento y de pensamiento, para tratar casos de angustias, miedos, descontrol emocional, etc.

Pero escribir un diario no es solo una herramienta psicológica. A cualquiera de nosotros nos puede ser de gran utilidad, el plasmar pensamientos, deseos y miedos en un papel. Explicar nuestros miedos o lo que nos angustia es el primer paso para liberarnos de esos temores.

Aunque podemos recurrir a un buen amigo, algunas veces preferimos guardarnos esas cosas para nosotros llegando a convertirse en pensamientos repetitivos y casi obsesivos, que secuestren nuestra mente sin dejarnos pensar en otra cosa. Escribir sobre ellos en un diario nos ayuda a soltarlos, a dejarlos ir para que dejen de rondarnos por la cabeza.

Escribir un diario, también nos ayudará a comprendernos y conocernos mejor, e incluso a ser más conscientes de lo que hacemos. Esto resulta especialmente útil cuando queremos hacer una dieta. Muchas veces picoteamos y comemos de más sin casi darnos cuenta. Escribir un diario de control de comidas, nos hará comprender qué cantidad de alimentos tomamos realmente, y de ese modo nos dará un estímulo especial para poder seguir mejor nuestra dieta.

Lo mejor de todo, es que escribir un diario es tan sencillo como coger un diario, una libreta, un bloc, algo que nos permita escribir, mejor si es a mano, y buscar un momento de tranquilidad y soledad para empezar. Para que sea más efectivo, sigue estas pautas:

Escribe en primera persona ya que al usar el “yo” serás más consciente de ti mismo y te dará un impulso extra para tomar las riendas de tu vida.

Cambia el “debo” por el “quiero”, de ese modo podrás diferenciar entre las cosas que haces por deber y las que de verdad deseas; incluso te dará más fuerza para identificar esos objetivos deseados y llevarlos a cabo.

No te juzgues, ni te critiques ni uses el diario como un arma contra ti, pero tampoco contra otras personas. Escribir un diario ha de ser un ejercicio que poco a poco se convierta en una acción positiva, esperanzadora y optimista. Así tu cerebro aprenderá a pensar cada vez más en positivo. Ten en cuenta que el cerebro es tremendamente flexible, y tú eres quien más le puede enseñar a pensar en positivo, una forma de hacerlo, es a través de escribir un diario con un lenguaje amable, optimista y positivo.

Busca un sitio confortable, acompaña el momento con tu infusión preferida, e incluso, puedes aromatizar la estancia con algún aceite esencial relajante, como el de espliego. La idea es que ese, se convierta en un momento íntimo y solo para ti. Porque cuando escribes un diario, en realidad le estás escribiendo a tu mejor amigo, que eres tú.