Digestión pesada: por qué combatirla es más fácil que lo que piensas
Si el gusto es el sentido que más se recrea durante las festividades navideñas, el aparato digestivo es el que más sufre de los cambios de hábitos alimenticios y de las comidas abundantes de los próximos días. Sin embargo, si sigues estos consejos es muy probable que este año sea diferente y mucho más agradecido para todo tu organismo, consiguiendo esquivar las digestiones pesadas.
Una digestión lenta puede tener como causa una debilidad congénita, la incompatibilidad alimentaria de algunos alimentos, una insuficiente secreción de enzimas digestivas y más probablemente los excesos alimentarios.
¿Cuál es la mejor dieta para evitar la pesadez y acidez de estómago? Sobre todo debería tenerse bajo control la ingesta de proteínas animales, alimentos grasos o pastelería; las xantinas contenidas en el café y el té negro; las especias irritantes, los encurtidos y el alcohol. Estos alimentos pueden hacer que tengas digestiones pesadas e incluso molestas.
Respetar los horarios es otra regla de oro para tener una correcta digestión: repartir las comidas en pequeñas cantidades, cuatro o cinco veces al día, en lugar de las tres tradicionales. Cenar al menos tres horas antes de ir a dormir te ahorrará muchas noches insomnes…
Finalmente el refrán “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo” sigue valiendo también para la ciencia: es preferible tomar comidas más digestibles sobre todo en la cena (hervidos, purés y sopas) y especialmente en invierno.
Las comidas copiosas, la falta de tiempo o comer sin la tranquilidad necesaria, pueden dar al traste con nuestra digestión y provocar digestiones pesadas.
Infusiones contra las digestiones pesadas
Teniendo siempre presente que los hábitos dietéticos son la mejor cura para no tener malas digestiones, algunos suplementos nutricionales pueden ayudar en la tarea.
Por ejemplo, la escasez en la secreción de enzimas se puede mejorar con un suplemento dietético que contenga enzimas digestivas naturales de piña (bromelaína), papaya (papaína) o kiwi (actinidina).
En Santiveri también podrás encontrar Beneflor (en polvo o cápsulas) y Florase Intest. El primero a base de enzimas de piña, kiwi y papaya y el segundo con lactobacilos. Ambos contribuyen a conseguir una buena funcionalidad digestiva y al equilibrio de la microflora intestinal.
En la mayoría de casos, además, el uso de plantas o especias eupépticas también puede aliviar mucho el proceso de digestión. Puedes probar combinando ajedrea (Satureia hortensis), albahaca (Ocinum basilicum), estragón (Artemisia dracunculus), verbena (Verbena officinalis), manzanilla (Matricaria chamomilla), menta piperita (Mentha piperita) o genciana (Gentiana lutea). Hay preparados en perlas, extractos o cápsulas que combinan estas plantas y pueden tomarse después de cada comida.
Tomar una infusión de plantas digestivas en la sobremesa, es una buena idea para ayudar a prevenir las digestiones pesadas.
Curcuma y jengibre
Además de en infusión, también puedes contar con otras plantas que te ayudarán en el proceso digestivo. La cúrcuma (Curcuma longa) está ganando mucha fama, porque es antioxidante y por tanto una buena ayuda para tu hígado. Puedes encontrarla acompañada de cardo mariano, fumaria y colina, formando un cuarteto ideal para ayudar a proteger y favorecer el funcionamiento normal del hígado.
Por otro lado, también puedes contar con el jengibre (Zingiber officinale) que además de ayudar al proceso de digestión, también es antioxidante y ayuda en los procesos inflamatorios.
Probióticos amigos de tu intestino
Tener unos intestinos sanos es esencial para no tener molestias ni digestiones pesadas. Y cuidar nuestra microbiota intestinal es una de las mejores formas mantener unos intestinos saludables. Las fibras prebióticas que nutren a nuestras bacterias intestinales, y recurrir a un suplemento de probióticos de vez en cuando, nos ayudará mucho a tener un intestino más saludable.
Compatibilidad alimentaria
Si los síntomas de pesadez digestiva son frecuentes, también se puede probar a respetar las llamadas “Reglas de Incompatibilidad Alimentaria”. Aquí va nuestro decálogo:
Combinaciones que deberías evitar:
– Proteínas con frutas, féculas, legumbres y harinosos (por ejemplo: fruta y pan).
– Hortalizas con frutas ácidas, semiácidas y dulces. Por ejemplo: hortalizas al vapor y fruta ácida.
– Féculas, legumbres y harinas con frutas ácidas (cítricos, fresas, ciruela, piña…). Por ejemplo: judías estofadas y fruta.
Combinaciones semicompatibles:
– Frutas entre sí con algún lácteo fermentado (tipo yogur o kéfir siempre que se tolere la leche animal).
Combinaciones recomendadas:
– Hortalizas y verduras con proteínas todas ellas con grasas. Por ejemplo: hortalizas al vapor y aceite vegetal de primera presión en frío; pescado con aceite vegetal de primera presión en frío.
– Hortalizas y verduras con féculas, legumbres y harinas con grasas. Por ejemplo: hortalizas al vapor o patatas y aceite vegetal de primera presión en frío.
– Féculas, legumbres y harinas con grasas. Por ejemplo: judías con aceite.
¿Te ha gustado este artículo? Si quieres recibir en tu mail más información y artículos como este, suscríbete a nuestra newsletter.