Ingredientes, ¡toma nota!
400 ml de agua o caldo de verduras
125 g de polenta
80 g de rúcula
1 diente de ajo
20 g de piñones
30 g de parmesano
½ kg de calabaza
12 tomatitos
12 bolitas de mozzarella
150 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
¡A por ello! Pasito a paso...
1. Calienta el agua con una pizca de sal o el caldo de verduras y, cuando hierva, incorpora la polenta en forma de lluvia. Cuece 1 minuto, removiendo hasta que espese.
2. Con las manos húmedas, haz bolitas de polenta, déjalas reposar en la nevera unas horas hasta que estén firmes.
3. Para el pesto, tritura en un vaso mezclador la rúcula, el ajo, el aceite de oliva, los piñones y el parmesano y salpimienta.
4. Con la ayuda de un boleador de patatas, haz bolas de calabaza del tamaño de los tomatitos y hiérvelas al dente.
5. Pon los palitos de las brochetas en agua 1 hora para que no se quemen en el horno.
6. Pincha 1 bolita de calabaza, seguida de otra de polenta y un tomatito, salpimienta, rocía con unas gotas de aceite de oliva y hornea a 200 ºC durante 8 minutos. Retira del horno y termina la brocheta con una bolita de mozzarella.
7. Sirve acompañando las brochetas con el pesto de rúcula.
Truco
Otros aderezos. En lugar de pesto puedes aliñar las brochetas con una vinagreta de hierbas, por ejemplo de orégano, con una crema de alcachofas o simplemente con un poco de aceite de oliva virgen extra.