Hábitos con los que reforzar el sistema inmune
El sistema inmune es la defensa principal del organismo frente a microorganismos como bacterias, virus u hongos. Es necesario prestarle atención y fortalecerlo para estar sanos. Ante cualquier signo de debilidad debes adoptar medidas que te ayuden a vigorizarlo. Deberás estar atento a estos indicadores:
- Resfriados recurrentes
- Alergias
- Cansancio
- Ojos secos
- Náuseas
Todos ellos son síntomas de debilidad y es importante reforzar la capacidad de defensa del cuerpo con suplementos. Aunque lo idóneo es prevenir, resulta imprescindible integrar ciertos hábitos que lo mantengan siempre a pleno rendimiento. Te los mostramos a continuación.
Comer de manera adecuada
Todo empieza por la alimentación. Comer de forma saludable es indispensable para proveer al sistema inmune de los nutrientes que necesita. Estos son algunos que no deberían faltar en tu dieta:
- Minerales como cobre, selenio y hierro son básicos para potenciar la actividad de los glóbulos blancos y garantizar la cantidad adecuada. Además, los beneficios del magnesio son muy importantes, puesto que inhibe la inflamación y el envejecimiento de las células.
- Vitaminas como la C, la A, la E y la B6 o B12 deben situarse en los valores correctos. De lo contrario, merman la capacidad de tus defensas.
Para asegurar la ingesta de todos ellos es importante seguir una dieta variada en la que las verduras y las frutas tengan protagonismo. Cítricos o semillas como las de calabaza son siempre una buena elección. Además, puedes incluir especies como el ajo o la cúrcuma.
Igualmente, los alimentos probióticos fortalecen el sistema que nos ocupa. Los yogures y otros fermentados cuentan con ellos. Serán decisivos para la flora intestinal y para robustecer esta barrera natural del organismo.
Pasear al sol
30 minutos diarios de sol son fundamentales para que el cuerpo produzca melatonina. Es preciso que tomes las precauciones adecuadas como usar crema solar para evitar quemaduras. Además, este hábito también ayuda a la producción de vitamina D, cuya deficiencia afecta a las vías respiratorias.
Realizar actividad física
Este hábito te aporta beneficios tanto a corto como a largo plazo. Combinándola con el punto anterior te ayudará a permanecer en un peso saludable. Gracias a esto, tus defensas estarán al máximo y la eficiencia de las vacunas se verá potenciada.
Conviene adecuar la actividad a la edad y al estado de forma para disfrutar de sus beneficios. Diferentes estudios han corroborado la relación que existe entre el ejercicio y la inmunidad, especialmente frente a la gripe.
Dormir las horas recomendadas
Las horas de sueño son indispensables. El cuerpo necesita descanso a nivel físico y mental para reponerse del estrés y de la actividad del día. En adultos es requerido dormir, al menos, 7 horas de manera continuada para la recuperación del organismo. Cada vez son más los estudios que constatan esta relación, la falta de horas puede provocar deficiencias en el sistema inmune.
Evitar hábitos insanos
El consumo excesivo de azúcar y alcohol o fumar causa debilidad en las defensas ante determinadas enfermedades. El tabaco reduce su eficiencia frente a la artritis, al tiempo que el alcohol suele mostrar sus efectos negativos más a largo plazo, reduciendo la capacidad inmunológica. A todo ello debes sumar la comida ultraprocesada que contiene componentes que provocan debilidad o impulsan el consumo de grasas saturadas que perjudican el correcto desempeño orgánico.
Usar productos naturales
Los productos naturales como cremas y cosméticos atesoran nutrientes que refuerzan las defensas. A través de la piel se absorben de una manera diferente y benefician al conjunto del organismo. Además, coadyuvan a generar capas protectoras que son un extra para tus defensas.
Cuidar la salud mental
Mente sana en cuerpo sano, esta cita célebre está cargada de razón. El estrés es uno de los principales factores que deterioran las defensas. Tomarse las cosas con calma prevendrá generar una situación de cansancio excesiva que derive en una calidad de las defensas. Algunas investigaciones científicas apuntan a la salud mental como el tercer factor más relevante para el sistema inmunológico, tras la alimentación y el descanso.
Juntando todos estos hábitos no solo fortalecerás el sistema inmune, te sentirás mejor. Gracias a ello, te sentirás más positivo y podrás disfrutar de cada día lleno de energía. Reforzar la salud es una decisión muy beneficiosa a largo plazo.
Cuidar la alimentación con el consumo de minerales, vitaminas y probióticos es el primer paso para preservar el sistema inmune. Además, es importante no fumar, regular el consumo de alcohol, practicar deporte y respetar las horas de sueño. Siguiendo estas pautas, tus defensas estarán preparadas para hacer frente a los microorganismos que intenten colarse en tu cuerpo. Si necesitas asesoramiento, consúltanos sin compromiso.