¿Sufres molestias o dolor muscular o articular? Tu cerebro puede ayudarte
Los datos son realmente preocupantes: Según la Fundación Internacional para la Artrosis (AOFI), 7 de cada 10 españoles de entre 35 y 65 años ha padecido algún tipo de dolor articular.
Generalmente nos centramos en ese dolor concreto de espalda, rodillas, cervicales, etc. Es evidente que existe un problema en esa zona del cuerpo y es necesario diagnosticar la causa para encontrar la mejor solución.
Pero lo que no nos imaginamos es que la mayoría de las veces la mejor ayuda para aliviar ese dolor va más allá. La clave está en el cerebro, el principal responsable de la sensación de dolor.
Utiliza todas las energías psico-afectivas posibles
La sensación de dolor es totalmente diferente en cada persona, variando mucho el umbral y la tolerancia al dolor en cada uno de nosotros. Por lo tanto su tratamiento también puede ser muy distinto.
– Deberíamos controlar el estrés y sobre todo dormir bien y suficiente. El cansancio y la tensión pueden ser causa de una percepción del dolor más intensa. Y este es un círculo vicioso difícil de romper, ya que el mismo dolor puede ser el causante del estrés. Así que ante todo mucha calma y trabaja las técnicas de relajación.
– Pensamientos positivos. Nos permiten ver más fácilmente las posibles vías de solución o tratamiento. Aunque estemos limitados por las cosas que el dolor no nos permite hacer, habrá muchas otras a las que sí podemos dedicar más tiempo y también nos generan satisfacción.
– Mantenerse en movimiento dentro de lo posible. Nos ayuda a encontrar recursos de distracción para olvidarnos del dolor. Relacionarse, salir y airearse, también es una buena oportunidad para cuidar a las personas de nuestro entorno.
– Dejarse ayudar por el profesional, tanto para solucionar el problema causante como para buscar los recursos más adecuados para aliviar las molestias.
Descubre la importancia del Sistema Endocannabinoide
Prácticamente desconocido por la mayoría de personas, es un complejo sistema de comunicación entre las células de nuestro organismo (principalmente en el cerebro, pero también en otros órganos), implicado en multitud de funciones. Entre ellas, destaca la capacidad de regular la percepción que tenemos del dolor.
De este modo las moléculas conectoras, los endocannabinoides, ejercen de forma natural una acción moduladora de la sensación de dolor.
Además de generar nuestros propios endocannabinoides, podemos obtenerlos de otras fuentes naturales:
– CBD o cannabidiol. Proveniente de la planta Cannabis sativa, es un fitocannabinoide (cannabinoide proveniente de una planta) modulador de la sensación de dolor, pero sin mostrar efectos psicoactivos ni dependencia.
– PEA o palmitoiletanolamida. Está presente de forma natural en nuestro organismo, pero es normal que con la edad se vea reducida nuestra capacidad para generarla. Además nuestro organismo tiene un mecanismo automático debido al cual cuanto más crónico se hace el dolor, menos PEA es capaz de generar. Entonces es cuando se hace necesario.
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